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Seguro que alguna vez has escuchado hablar de los términos rodillo de jade y Gua Sha. Ambos son herramientas de masaje facial que se han convertido en un esencial de cualquier rutina de belleza, pero… ¿Sabes para qué sirven y en qué se diferencian?
Tanto el rodillo de jade como el Gua Sha, mejoran el aspecto general de la piel y aunque parecen similares, sus funciones son diferentes. Ambos dispositivos favorecen el drenaje linfático y estimulan la circulación de los músculos faciales, ayudando a eliminar las toxinas acumuladas y a disminuir la inflamación del rostro. En cambio, visualmente son muy diferentes y se usan de forma distinta, por ello pueden ser utilizadas como herramientas complementarias, para realizar un masaje completo por todas las zonas de la cara.
Consejo: Incluye los automasajes en tu rutina diaria, como una forma de autocuidado.
El rodillo de jade se fabrica con la piedra jade o el cuarzo rosa. En primer lugar, hay que saber que este cuenta con dos piedras, una en cada lado. La parte más grande y alargada está pensada para las zonas más amplias del rostro, como los mofletes, la frente, el mentón y el cuello. Mientras que, la piedra más pequeña se emplea en la zona del contorno de los ojos.
El funcionamiento es supersencillo, consiste en deslizar el rodillo, tras la aplicación del sérum o la crema hidratante, masajeando el rostro de forma suave y en sentido ascendente, de dentro para afuera, para así, activar la circulación sanguínea.
Sus beneficios son:
• Ilumina, tonifica y reafirma.
• Evita el envejecimiento prematuro de la piel, reduce las arrugas y líneas de expresión.
• Reduce la hinchazón, mejora el aspecto de las bolsas y ojeras. Resultados más efectivos si se conserva en la nevera y se usa en frío.
• Mejora la circulación sanguínea y activa el sistema linfático.
• Elimina las toxinas de la piel.
• Ayuda a tu piel a absorber mejor los productos.
El Gua Sha es una piedra plana de jade o cuarzo rosa, diseñada, especialmente, para la zona del contorno de los ojos. Su objetivo es aliviar la tensión muscular, disminuir la flacidez y tonificar la piel.
Un masaje más profundo que requiere una mayor presión para promover la oxigenación y aliviar la tensión muscular del rostro. El sentido de los movimientos depende de los beneficios que busquemos. Si se desea realizar un masaje circulatorio que promueva el drenaje linfático, debemos deslizarlo en el sentido de la circulación sanguínea natural. Si, por el contrario, se busca un efecto reafirmante, debes ir en contra de la gravedad, haciendo que los músculos faciales trabajen.
Sus beneficios son:
• Oxigena el rostro y relaja los músculos.
• Ilumina la piel y reduce la hinchazón.
• Reduce las ojeras y levanta los párpados.
• Mejora la circulación y desinflama.
Recuerda que los masajes faciales deben realizarse siempre de forma ascendente, empezando por la zona del cuello hasta llegar a la frente.